sábado, 20 de junio de 2015

Sobre el comienzo de las cosas


Las premisas utilizadas para concebir este pensamiento son:

  • No podemos concebir la existencia/esencia del/ los objeto/s de estudio de la forma en que solemos conocer las cosas.
  • Los conceptos utilizados no pueden ser ubicados, tal como el punto geométrico. 
  •  Los conceptos a utilizar deben de concebirse de una manera en que presenten la posibilidad de desarrollo de la idea, cualquier idea irreal e imposible ha sido descartada(o se ha intentado) ya que no hubiese permitido el desarrollo del “ comienzo de las cosas”

      Parto de la base de que existen 2 planteos posibles para el comienzo de las cosas: 
  •  El origen a partir de Algo(A) 
  •  El origen a partir de la Nada(N)
Concibo sin embargo, la imposibilidad del origen a partir de algo. Incluso fuera del tiempo y el espacio, ese algo debiera haber estado contenido en un lugar, constituyendo esta relación de contenedor-contenido, un análogo para el contenedor siguiente  y de esta forma una relación ad infinitum (el origen del origen). E incluso, cuando este infinito pudiese ser delimitado, dudo que pudiese ser demostrado cuál es su punto de origen, es decir, que pudiese ordenarse, por lo que, incluso aunque tuviese 3 puntos, los suficientes como para generar un ciclo (\), al no poder determinar el origen, no permite el entendimiento en el objeto de estudio.

      Por otra parte, concebir el origen a partir de la nada, es un proceso por demás complejo ya que no podemos asumir las calidades/cualidades que este objeto tendría por el hecho de que el concepto mismo no permite un análisis de sí mismo. Sin embargo podemos establecer algunas premisas sobre el mismo: 
  •  Puede “ser” sin estar, es decir sin tener que ser ubicado 
  • No necesita un contenedor de si ya que su mismo concepto lo contiene
·         No puede ser un concepto estable, ya que de serlo permitiría la imposibilidad del desarrollo del “origen de las cosas”

No obstante, este último punto nos genera una serie de contradicciones y problemas de trabajo ya que al no ser estable, N debería generar una contradicción para consigo misma y su posibilidad de origen y esta contradicción debiera verse contenida en ella (que es lo mismo que criticamos a la teoría anterior) o debería, en una suerte de acción ontológica de la nada(*), generar su antítesis como negación de si en busca de la misma estabilidad inicial a que (entiendo yo) tienden los conceptos.

Sin embargo, podríamos plantear que N puede encontrarse estable y “ser” bajo una serie de reglas forzadas que son las que permiten ese balance de si, y es en ese conjunto de dialécticas de sí que entra la existencia de las cosas y dentro de esas reglas forzadas también se encuentra lo que entendemos por orden de la existencia aunque en realidad no sean cosas que podamos percibir.

Concepción Pseudo Matemático-Pitagórica de N

      Al pensar en N tenemos que pensar en qué tipo de clasificación o concepto puede determinarse para ella para que, tal como planteado originalmente, permita un desarrollo posterior y no sea un concepto estable incapaz de desarrollarse. Para ello pensé lo siguiente: 
  • N no puede ser O, ó { } ya que los mismos son conceptos estables, no permiten un desarrollo ulterior 
  • N no puede ser 1 ya que este determina A, es decir el concepto en sí encierra algo distinto de 0 
  • (*)N puede ser 2 ya que concebidos como tesis y antítesis, podría constituir un concepto de N que permitiese la inestabilidad y el desarrollo ulterior de las cosas sin quitarle a N sus características. 
  • N no puede ser 3 por el mismo motivo que 0, si posee una síntesis de sí, se convierte en un elemento estable, sea que este genere un ciclo o no.